La estrategia del caracol
Los caracoles no tiene cerebro, tan solo dos de ganglios cerebrales que les son útiles para desplazarse y comer; no para procesar información compleja. Podríamos decir que no son muy listos, pero tampoco lo necesitan para sobrevivir. Quizás son la quintaesencia de la felicidad. Unas gotas de rocío y una hoja verde y fresca y alcanzan el nirvana. Pero no todo es perfecto y, en ocasiones, se ven en apuros difíciles de resolver. Como los humanos.